-Hola.-
sonrió y me miro de arriba abajo.
Le di dos
besos, porque al verle las maletas, supe que era “el nuevo”. Llame a Liam.
-Hola,
¿necesitas ayuda?- le dijo Liam.
-Si, por
favor.
Yo seguí
cocinando. Al rato oí una voz y salí a ver que pasaba.
-¿Nos
ayudas?- me preguntaron.
Estaban
intentando coger un baúl, que no era ni grande, ni pesado, pero no podían con
el. Fui lo cogí como pude, lo metí en casa y seguí cocinando. Ellos se quedaron
mirándome, como si hubiera levantado la Torre Eiffel.
Un rato
más tarde acabaron de meterlo todo y el tenia más ropa que yo, que irónico.
-¿Cómo te
llamas?
-Harry.-
me sonrió, tenia una sonrisa preciosa.
Metió la
mano en el baúl y sacó un vestido rojo, bastante choni, que puse con las cosas
que me había dado mi prima Carmen.
-¿Cómo
tienes tanta fuerza?- me preguntó Liam.
-¿Cómo
tienes tu tan poca?
Nos
reímos.
-No
pesaba tanto, pero es que estáis cansados.
-Si,
porque yo estoy muy bien.- dijo Harry.
-Creído -
me empecé a reír, hasta que me caí al suelo.
Y cuando
me levente:
-¡Yo
estoy más cuadrado!- gritaron a la vez.
Me seguí
riendo un rato más.
-Vale, ya
pasó, poneos la camiseta.
Liam me
hizo caso.
-No, a mi
me gusta estar desnudo.- dijo Harry serio.
-Jajajaja,
vale, pero no te quites lo calzoncillos.
Nos
reímos juntos.
Al día
siguiente.
Ding
Dong. Me hacia gracia el timbre.
-Hola
-sonrió.
-Hola
Eleanor, pasa.- le dije.
Entró en
casa.
-Tengo
buenas noticias.
-¿Ya?
¿Tan pronto?- preguntó Liam.
-Bombero,
como me pediste.
-Bien.
-______,
¿prefieres de camarera en el Starbucks o de socorrista?
-De
momento me voy a conformar con ser camarera en el Starbucks. Gracias, Eleanor.
-_______,
te suena el móvil.- me dijo Liam.
-¡Voy!-
corrí hasta el móvil para contestar- ¿Si?
-Hola
preciosa.
-¡Hola
Carmen!
-A mi me
hablas en español.
-Vaale,
¿cuándo vienes?- pregunte.
Ding
Dong.
-¡Voy!-
gritó Liam.
-Hola.
-_____,
en la puerta hay una chica que habla español.
-¡¡CARMEN!!
La abrace
muy muy fuerte.
-¿Hasta
cuando te quedas?
-Tengo 5000€, que conseguí
vendiendo la ropa vieja que no me gustaba. Me quedo hasta que se me acaben.
-Entonces
te iras mañana, ironía.
Nos
reímos.
-No, esta
vez pienso ser ahorradora. ¡Ah! Y aprendí a hablar ingles.
-Hola.-
le dijo Harry
-Hola,
Harry ¿no?
-Si, y tu
Carmen ¿no?
-Si,
encantada.
Le dio
dos besos, pero al pasar de una mejilla a otra, Carmen le metió morro. Yo me
quede mirándoles y Eleanor y Liam estaban con la boca abierta.
Carmen entró en casa con una sonrisa en la cara,
saludo a Eleanor y a Liam y se puso a meter sus maletas en mi habitación.